Friday, June 08, 2007

Esperpéntica cena de recordatorios

Figurantes; Carmencita, Deboraá y Anita (Alicia Suprimida por descuadre)

Últimamente, ahora...en este instante percibo con dolorosa claridad la cojera de las horas; aquellas que se quedaron atrapadas en el maizal donde germinan los olvidos, las que, por su naturaleza ausente, jamás volverán a ser recordadas...y sin embargo, cómo cercenan la noche. Cómo golpean.
En esta cena donde el gusto de los canapés aún permanece latente, donde algunos gestos quedaron plasmados y otros volarán al campo, lejos, lejos de todo, se forjaron, con excéntricos trajes y serias miradas, los pactos más sagrados para el hombre, en la Cumbre de los Delirios;
- El vino, querida.
- Música, por favor.
- Compórtate, tenemos invitados.
-Invitado, te corrijo.
- Perdón, ¡Salud!
Se exhalaron sentencias, de esas que primero mueven a la risa, pero que luego invitan a la reflexión; locura o sabiduría profética. Elijan, elijan su papel en este Gran Teatro del Mundo...tengan cuidado.
¡¡Se abre el telón!!

Thursday, June 07, 2007

Si te censuras.


"La prisión" Jose Luis
Barcía Fernández.
NUNCA


NUNCA

NUNCA


NUNCA


NUNCA ...............................


¿Y ahora qué?

Monday, June 04, 2007

Regálame carencias.


La terrible protesta del alma hambrienta.

La urgencia que provoca la ausencia.

El vacío repleto de vehemente súplica.

El silencio indescifrable que se enseña, pero no se entiende.

El camino hasta tu boca, desde la suya.

Esa infinitud que se agolpa en la distancia.

Esa falta indefinida, que sin embargo hoy araña.
Fotografía de David Jiménez.

Saturday, June 02, 2007

Identidad



La báquica danza de cuerpos desprovistos de conciencia, embriagados hasta lo soez de inevitable mediocridad. Lo púdico de los días queda abierto para todos los públicos esta noche. Se han vendido todas las entradas. Pasas a una gran sala donde lascivas miradas firman con su sello los secretos del deseo. Música, bailes, alcohol, salivas de bocas que se unen desesperadas. Las chaquetas colgadas en el ropero.
Te sientas en la única silla que hay en medio del salón. Desnudo y desafiando con la imperfecta máquinaria corporal que secreta, parpadea y se ruboriza, miras a tu alrededor. Todos se han transformado en animales sedientos de instintos. Hay vacas comiendo canapés y serpientes ondulando por las cortinas.
¿En qué momento perdimos la identidad?
Fotografía de Erwin Olaf.