Friday, June 30, 2006


¿Tienes piedra de luna? le pregunta mientras su mirada se derrama sobre su perfil. Sus pies se enterraban en la arena. Niega con la cabeza, no quiere romper el hechizo del mar con roncos fonemas.Él se gira, pierde su mirada entre las olas y aprieta los labios. "Pero...si tienes ya 13 años...¿Cómo no tienes una piedra de luna?", ella lo mira y sonríe con sus grandes ojos claros;"No sabía que debiera tener una". Se contemplan, arrojándose a la profundidad de sus pupilas, tratando de desenvolver cada uno de sus pensamientos para guardarlos entre las manos.
La intensidad brota en sus pieles. Él termina por esquivar su mirada y rápidamente coge su mano. Ella cierra la suya en respuesta a su ruego silencioso. La abre y observa una preciosa piedra. "¿Qué es?". Él sostiene su mirada muy seriamente y le dice que es su piedra lunar, su talismán de los sueños...son todos sus recuerdos. Ana sabe la importancia de aquel regalo y siente no poder regalarle una igual...titubea un instante, agacha la mirada y junto a su pie desnudo ve una pequeña piedra, no es tan hermosa como la de Samuel, pero le gusta su brillo y su forma. "Toma, es mi piedra de las pasiones, de los juegos, es mi llave y quiero que sea tuya"
Se intercambian sus secretos bajo una luz de plata que baila entre un intenso olor a sal.


Hoy ha vuelto a quemarte la llegada presurosa del sol; esta vez acarició mi cuerpo desnudo con gráciles dedos dejándome en estado de narccótica indiferencia, producto , tal vez, de los tequilas de la noche anterior. Su llama ha incendiado tu conciencia y te ha levantado de la cama con la urgencia de quien se siente culpable...Volvía aquel "deja vu" que envolvía tu mente obcecándola en la búsqueda de la despedida perfecta.
"No sé cómo despedirme de ti" Sonrío, no puedo evitar la candidez de la sinceridad que colgaba sobre tus mejillas..."¿Ésa es toda tu preocupación?" "Sí" Enlazo tu mano con mi bálsamo protector..."Entonces no tienes de qué preocuparte" y como respuesta, un beso en la frente que me pedía perdón con la presión de tus labios. Apenas logro abrir los ojos para verte en el marco de la puerta, vestido con tu sonrisa torcida y una espiral de sensaciones en la piel.
Y yo, con negros trazos difuminados sobre mi mirada y cubierta con una sábana que nos protegía de la pudicia infantil, me sumergí en el papel de una madurez que comienzo a aborrecer. Saboreando los besos y tropezando con ese caminar de puntillas al que llaman prudencia, cierro el paso a los sueños para caer en el abismo del coma que cicatrice estas heridas. De nuevo, besos y olvidos.

Monday, June 26, 2006

Whisky



Un zapato tirado (¿perdido?) en la acera. Es de un señor mayor. Dicen que está harto de la vida y que bebe absenta, emulando las glorias de viejos impresionistas. Sólo un zapato y toda una vida tras sus huellas; un hombre que anudaba su corbata en los espejos de magníficos hoteles...y que ahora se ha quitado el sombrero y el calzado para desnudar a la evidencia, mostrando al niño que pasea, a la mujer que se peina con los dedos delante de los escaparates, a los amantes que se evaden y comen piruletas de miradas... que también existe una verdad de estiércol, donde las ilusiones quedaron hechas añicos junto a la botella de jack daniels.
Se dibujan entonces los trazos difuminados de esa palabra que se descuelga de los renglones de la oficialidad y cae como un disparo sordo al agujero de los silencios. El próximo paso,descalzo, será el olvido.
Camina cojeando, entre sonrisas que vocean "Whisky" para disimular la hipocresía y vestirla con medias de seda. Fotos, flashes, más imágenes fingidas. Detrás, con boca torcida en gesto de jactancia, cejas pobladas y mirada instigadora...la conciencia dormida, que camina sin su zapato negro de tapas raidas. Le duelen los pies y nadie cede su asiento. Seguirá esquivando los charcos donde el niño de botas azules salta, salpicando gotas de mágica inocencia en la cara adusta del tiempo.
¡¡Whisky!! y las mentiras quedan enmarcadas en papel fotográfico.

¿Besamos al Olvido?



¿Recuerdas cuando clavamos las sonrisas junto a ese gato negro de Lautrec? y la mañana nos devolvía en forma de pequeños cuadraditos las luces de la pereza. Que nos jueguen las sábanas a recorrer presurosas dos cuerpos desnudos que se toman conciencia(¡anhelas!). Besos etílicos con vidriosos ojos desesperados (aún no saben si enamorados), inspectores de resquicios abiertos hacia ...¿hacia dónde? entre la confusión navegan, perdidos.
Te levantas, pudoroso y sin palabras ( te las quitaste todas y las tiraste bajo la cama). Enredos entre nuestras ropas que languidecen enlazadas y nos guiñan pícaros jadeos. Quieres encontrar una de las frases que me regalaste hace unas horas... ¡ pero el blanco eco desmemoriado se apodera de tu lengua seca ! Arrugas la nariz y tamborilean tus dedos al ritmo del silencio. Me sonríes y sonrojas implorando una puerta para no tener que romper el mágico hechizo de la noche.
Devuelves a tu piel la camiseta y los pantalones que ayer bailaron para mí en el suelo de la habitación. ¡Rápido, no se escapen! Bacilas ¿ un beso? ¿estás pensando en darme un beso? Pues arrugo también la nariz desafiándote. ¿Qué te parece? y te ríes y me envuelves y levantas y llego a tocar aquellas sonrisas colgadas.
Es tu poder de mago negro; me despojas a ritmo violinesco de los miedos que tejieron en mis pestañas los noes que aborrezco. Me ensalzas con camisa blanca en la escalera de los sueños; un escalón que habla de guitarras que se abrazan en nuestras canciones, otro que silencia la perversión de las miradas, más carnales que muchos besos. Pero si quieres me encadenas a tus manos de titiritero y rasgo mis vestidos, corriendo descalza tras las esquinas para huir como una niña en pijama. Porque si quieres...bueno, mejor no te lo digo y lo tacho del quizás para tirarlo al olvido.
Nos miramos, indecisos...Respiro las imágenes que revolotean entre los destellos del ayer y giro la cabeza, buscando al mañana en la maleta de los domingos...Se debe haber perdido con el reloj que me chivaba el paso de las horas. No te devuelvo una mirada que camina por el surco de mi espalda, noto sus cosquillas y quisiera liar esa sensación en papel de fumar para inhalar luego el humo de tus juegos. Cierro los ojos, me levanto y bailo para ti desnuda, como antes lo hicieran las caricias en tangos arropados de lujuria. No los abro; la música de calladas risas son alas que me invitan a fantasear volando en tus secretos...Me pierdo, no sé si en ti o en esa espiral engañosa donde giran mis deseos, pero me abandono en el abismo de la indecisión y toda certeza dogmática desaparece, perfilando paradojas difusas que no gritan y no callan...sólo se quedan heladas en medio de los dos.
¿Me miras? No quiero saberlo y me quedo muy quieta, como si así, el idílico equilibrio que nos mantiene ensimismados en este paréntesis del tiempo, no se rompiera. Te acercas consciente del rubor que ahora matiza mis mejillas y recorren tus dedos la silueta de mi cuerpo...No me resisto, sucumbo, abro los ojos y...desapareces.
Por la ventana la luz se burla de mi desnudez y tararea la luna el olvido de los besos desde su escondite. Recorreremos las calles como desconocidos.
Besos y olvidos.