Monday, November 20, 2006


Las palabras nocturnas son robadas por la luna, y al amanecer quedan suspendidas allí, donde habitan los dioses; en torno a esa semi-inconsciencia de dulce memoria. En ese lugar donde sólo te lleva el éxtasis de botella de vodka, hielos, vaso e inem.
Es allí donde se sellan pactos sin nombre, para que luego sean cegados con la luz del día y pertenezcan al olvido. Los abrazos, los besos y los tabúes dan rienda suelta a su naturaleza y se divisan en cada mirada perdida. Duelen, algunos duelen y cerrando los ojos das un trago más hacia la embriaguez, incoherencias de locos idealistas obcecándose en el final de una botella. Hablas y ríes y a veces también lloras bajo el aliento etílico que mañana será corrosivo.
Sigues sin mirar a tu alrededor, se hace todo más sencillo; mañana serás aquel ecologista de férrea moral y la esposa fiel de inquebrantables principios, pero eso será mañana, cuando el sol amenace con su claridad y la resaca quede plasmada en tu rostro; colgada de unos ojos hinchados que luchan contra el peso de imágenes bailarinas taconeando en tus pestañas.
Hoy sales, ¿no?

No comments: