Friday, July 28, 2006
Siento el latir...la vida ¡¡
La fragilidad de una vida enredada en mis brazos, luchando por abrir sus pequeños ojos y aprehender toda la realidad salpicada de manchas, pero eso no importa ahora...duerme pequeño; ladea tu cabeza sobre mi pecho que juntos esquivaremos flechas envenenadas y nos encaminaremos hacia las estrellas bajo una melodía imaginada..
No llores, no quiero que las lágrimas jueguen en tu piel y resbalen sobre ella, salinizando tus poros para abrir paso a futuras heridas. No consentiré que el viento se burle de tus peticiones, como lo hizo de las mias y que sea el fuego el que queme tus deseos en mágicas noches...porque Tú vestiras de verdad tus sueños. Por eso, no permitas que la luna arroje su engañosa luz a pasiones que prometen eternidad y sólo confía en la luz que brilla en tus ojos, los mismos que ahora se abren indecisos al mundo..los que más tarde encandilarán al destino, el cual no podrá resistirse y sucumbirá ante la dulzura que asoma en tus gestos.
Los latidos que arruyan al silencio crean un compás delicioso e infinito que me rodea, como garabatos en un lienzo hacen presa de la imagen y cerrando los ojos siento al fin que la vida es maravillosa; el resultado del amor más profundo se presenta entre mis manos con un pequeño rostro que no para de sacarme la lengua.
Te voy a envolver como a un caramelo, pequeña patatilla, para saborear tu olor infantil de dulce candidez. Te quiero pequeño, demuéstranos la poderosa fuerza de la vida.
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