
Ahora las mujeres también amamos en líquido. El sólido "te amaré hasta la muerte" se vende en tarjetas repletas de corazones y brillantes. En telenovelas y cuentos. Y hasta en las farmacias, con palabras eXóticas sobre los condones.
Es por ello que se dice, entre suspiros eso de " antes...antes se amaba mucho mejor". Porque antes faltaba una voz que abofeteara todos aquellos principios arcaizantes que mantenían a la señora maniatada con la firme promesa del sustento. Era tiempo de férreas promesas - por pura necesidad- y no de palabras tiradas una noche de sábado sobre el primer ragazzo(a) que te acometiese.
Aquellas voces ahora se han rebelado y no se dejan seducir por príncipes azules a caballo. Y hay clamor de protesta contra esta nueva forma de amar (en líquido), porque dicen (rumores, tal vez..quién sabe) que se ha perdido la autenticidad y que la atrocidad del capitalismo salvaje ha condenado también a la pobre Ágape al exilio (y dicen que también paga hipoteca).